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Un tema… Un profesionalConoce las ventajas del ejercicio en el agua para ayudar a combatir la fibromialgia
Los masajes, la terapia ocupacional y practicar yoga o taichi también pueden mejorar los síntomas de la enfermedad
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La fibromialgia (FM) es un término acuñado en 1976 (del latín fibra, que se refiere al tejido conjuntivo; del griego mio, que significa músculo y algia, dolor) que se refiere a un grupo de síntomas y trastornos músculo-esqueléticos que se caracterizan fundamentalmente por cansancio, dolor persistente, rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante y un amplio rango de otros síntomas psicológicos, como dificultades para dormir, rigidez matutina, dolores de cabeza y problemas con el pensamiento y la memoria, algunas veces llamados “lagunas mentales”, que suelen impedir el funcionamiento rutinario del sujeto. Es un trastorno no contagioso presente en aproximadamente entre el 3 y el 6 por ciento de las mujeres jóvenes, comúnmente entre los 20 y los 50 años de edad.
La fibromialgia es reconocida por la OMS, desde 1.992, como una enfermedad reumatológica.
Entre las posibles causas se encuentran: estrés excesivo, traumatismo físico, exposición excesiva a la humedad, sueño deficiente o padecer enfermedad reumática. Muchos casos pueden desencadenarse después de hechos puntuales como infecciones víricas o bacterianas. También puede aparecer sin ningún factor predisponerte.
El tratamiento de la fibromialgia se fundamenta en la psicoterapia, el ejercicio y fármacos que minimizan los síntomas. Los masajes, el ejercicio en el agua, la terapia ocupacional y practicar yoga o taichi pueden ayudar a combatir la enfermedad y disminuir el dolor. El ejercicio se deberá practicar al menos 4 veces por semana durante un mínimo de 40 minutos.
En particular, el ejercicio en el agua tiene las siguientes ventajas: mejora del tono muscular, favorece el retorno venoso, mejora de amplitudes articulares y aumento de la capacidad aeróbica. Las sesiones de ejercicio en el agua deberán durar un mínimo de 40 minutos y un máximo de hora y media. Los ejercicios se combinaran con estiramientos para mantener la flexibilidad de los músculos. Otro factor a favor del ejercicio en el agua es que no supone ningún estrés sobre las articulaciones, al tratarse de un medio desgravitado.
Siguiendo estas indicaciones se conseguirá mejorar la capacidad física de las personas afectadas, reduciendo el estrés y aumentando la tolerancia a la fatiga.
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