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José Andrés Hernández afirma que Diego Gómez le negó estrechar la mano y el saludo después del enfrentamiento en el último PlenoAsí lo ha manifestado el edil del Partido Popular en un artículo de opinión
El Pleno del 30 de octubre tuvo como aspecto relevante la expulsión del concejal del Partido Popular por parte del presidente de la sesión plenaria y alcalde de Alzira Diego Gómez.
El incidente se interpuso en el transcurso normal de las intervenciones en una moción que presentó el grupo político municipal del PP para instar a no colaborar, subvencionar, convenir o ayudar económicamente a ninguna asociación, institución o fundación que defienda directa o indirectamente el proceso secesionista catalán.
En un momento de las explicaciones de votos, Diego Gómez, por alusiones, matizó, entre otros aspectos, ciertas “gestiones irregulares” de la presidenta del Consell de la Juventud de Alzira; justo en ese momento detuvo su intervención al oír que José Andrés Hernández utilizó la expresión “qué poca vergüenza”.
Se ratificó en su expresión, motivo por el que Gómez decidió expulsar del Pleno al edil popular, que se negó a abandonar la sala e, incluso, intervino, con posterioridad, en otros puntos. Al marcharse tras su expulsión, Diego Gómez advirtió que en una próxima ocasión pediría la actuación de las fuerzas del orden para sacar de la sala al edil expulsado que no abandonara la sala.
Lejos de enfriarse la cuestión, parece ser que la relación entre ambos está cada vez más tirante después de leer ayer en el diario Levante-EMV, en un artículo de opinión de José Andrés Hernández, que Diego Gómez le negó estrechar la mano tras el Pleno y ha evitado el saludo en los actos públicos transcurridos desde dicha fecha.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Este persona no té ni una sola idea? Pensa estar així tota la legislatura? José Andrés a vore qui parla en valencià o castellà?
Este tío no se besa porque no llega. No pierde ocasión para recordar que es abogado y en elecciones lo sacaba a relucir en casa entrevista, ¡se puede ser más pedante! Ni que fuera el único que hay o que hubiera estudiado; que se ponga un cartel colgado del cuello diciendo: "soy abogado".
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