.gif)
.png)
_%20Abril_23.gif)
%20380%20X%20135%20BAJO%20GALERIA.gif)
Estampas y recuerdos de Alzira (123)A la grupa de la historia
“El mercado de los miércoles no era el único. Había otro en distinto lugar donde se realizaban transacciones con animales de tiro”
La mañana del miércoles, desde hace siglos, quizás por institución del Rey Jaime I, es muy bulliciosa en Alzira. En el mercado se instalan tenderetes al estilo que nos dejaron nuestros antepasados los árabes, se puede encontrar ropa nueva, vieja, juguetes, zapatos y otras muchas variedades de mercancías. Este mercado tan popular de los miércoles, antaño se instalaba en la calle del Amparo hasta la plaza de Santa Catalina —Constitución—, hoy en lo que era la partida del Alborxi, donde existían campos de naranjos y ahora amplias calles como la de Pere Morell y calles adyacentes.
No es este el único mercado que se celebraba este día; había otro en distinto lugar donde se realizaban transacciones con animales de tiro, del que en nuestra ciudad hemos conocido como el mercat de burros, en el que no solamente habían jumentos de esta clase, sino también mulos y caballos.
Esta modalidad de mercado se desenvolvía, por lo menos el que hemos conocido, al mismo lado del edificio de Correos, junto al río Barxeta, una vez atravesado el puente de San Bernardo, cuando no se había construido en la Avenida de los Santos Patronos.
Cerca de las diez de la mañana comenzaban a llegar los animales, unos uncidos a una carreta tirando de la misma; otros atados, pero todos sabían que eran los principales protagonistas de la reunión de aquella mañana; que su destino inmediato era, de momento, cambiar de dueño y algunos jumentos incluso lo hacían tres o cuatro veces durante el transcurso del mercado. Otros regresarían a su establo de origen con las herraduras puestas, si no habían sido elegidos por algún comprador y todos soportaban pacientemente las largas horas de la mañana hasta que los tratantes dieran por terminado el mercado. Estos eran de toda la provincia, la mayoría de raza gitana, aunque no todos. Venían acompañados de su familia y las mujeres marchaban al otro mercado con sus hijos más pequeños, mientras que los mozalbetes se quedaban con sus padres para ir aprendiendo el oficio.
Uno de los tratantes habituales, Juan Antonio Ruano, más conocido por el Serrano, que era asiduo a este mercado hace casi un cuarto de siglo, nos decía en aquella época que él conocía por sus padres que este mercado se realizaba ya en Alzira hacia unos sesenta años y que se llevaba a cabo en lo que hoy es el cinema Reyno; más tarde se trasladaron al campo de deportes Venecia donde el Ayuntamiento adecuó el recinto para las transacciones de las más variadas razas de animales, entre ellos los caballos, mulos y burros.
Era curioso visitar este insólito mercado en la calle Júcar, que provocaba expectación por la vestimenta de sus participantes que cubrían sus cabezas con sombreros cordobeses, con sus bastones y pañuelos de colores vivos y las mujeres con el pelo estirado recogido en moño y pendientes vistosos.
De la época que tratamos, principios de los años 70, ya se quejaban estos comerciantes de la disminución del uso del caballo como medio de locomoción o trabajos para el campo. Recordamos que hacía años el transporte público de realizaba con tartanas tiradas por caballos. El último de esta modalidad fue la tartana del transporte del correo a la estación del ferrocarril, propiedad de la familia Butiñá. Este caballo fue cambiado en Córdoba; era una yegua torda la que se llevaron, trayéndose a casa una castaña. Para este intercambio intervinieron los tratantes de Alzira.
La mayor parte de estos animales que se vendían en el mercado de los miércoles eran destinados al sacrificio, aunque también se vendían caballos jóvenes para montar o destinados a trabajos agrícolas.
Había que ver como se valoraban los animales; si eran para matar, dependía del peso; si para el trabajo del campo, el empuje y voluntad del mismo. Para ello los especialistas tenían vista de lince y lo determinaban de inmediato. Otras veces lo examinaban en el campo de prácticas o se los dejaban unos días para probarlos.
Para hacer un canje o intercambio se pesaban los dos y el que pesaba más pagaba al otro la diferencia, aunque si el más ligero era mejor, no se compensaba nada.
Hoy observamos muy pocas transacciones de animales; pero los miércoles siguen reuniéndose los tratantes en la avenida Blasco Ibañez, frente a la partida de Tulell, recordando, si cabe y añorando los tiempos pasados y sus antecesores que tenían actividad en este negocio.
La foto que acompañamos es de principios de los años 70, en el lugar de la avenida, donde se celebraba este mercado, hoy poblada de edificios.
Alfonso Rovira 11.11.1994
.-000013 .-000032
Etiquetas de esta noticia
Cultura : Historia, Patrimonio, Costumbrismo y Pasado,
Secciones : Estampas y recuerdos de Alzira,
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Yo recuerdo, siendo pequeño, los últimos años de este tipo de mercado en Tulell. Desconozco si se sigue celebrando esta tradición en la actualidad.
Y hablando de burros y caballos... Siempre he oído decir "eres més burro que Tacó", ¿quién era "Tacó"? ¿Por dónde vivía? ¿También asistía a esta feria? Gracias.
Añadir un comentario
