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Estampas y recuerdos de Alzira (126)Un pregonero que dejó huella
La brillante disertación de su eminencia ha sido una de las más interesantes de todos los pregones que se han celebrado en los últimos años
Hace pocos días, al comienzo de semana, fallecía en nuestra capital de provincia un ilustre valenciano; nos dejaba el cardenal Vicente Enrique y Tarancón.
Han transcurrido nueve años y unos meses desde que el cardenal nos visitaba para pronunciar el pregón de la Semana Santa alcireña de 1985. Recuerdo minuto a minuto la estancia de aquellas horas que departió con nosotros y cada acto del 30 de marzo de aquel año del que vamos a dejar escrito en su memoria.
La Junta de Hermandades y Cofradías que presidía Alfredo Borrás Pascual se encargó de todos los pormenores de la gestión para llevar a cabo la participación histórica del Cardenal Vicente Enrique y Tarancón, como pregonero de la semana mayor de nuestra ciudad. Poco después de la una de la tarde era recibido en la Cruz Cubierta el ilustre visitante, que se trasladó acompañado de miembros de la junta y custodiado por números de la guardia civil, policía nacional y municipal hasta la puerta de la iglesia de Santa Catalina, dónde fue cumplimentado por el arcipreste Francisco Abiol y Junta de Hermandades; de allí, en comitiva llegaron a la cercana Casa Consistorial y antes de que fuera saludado por la Corporación Municipal le eran acercados los micrófonos del programa informativo Terra Nostra, de Radio Alzira, pronunciando las primeras palabras. “Molt agust arribe a Alzira per ser el portaveu del poble en estes festes de Setmana Santa i estic molt content, perquè m'han fet un recibiment extraordinari; crec que han manifestat la vostra fanfarroneria, perquè tenim fama els burrianencs de ser fanfarrons, però, me pareix que hi ha molts pobles de la Ribera que quasi nos guanyen. Jo salude carinyosament a tots els fills d’Alzira”. En el despacho noble de alcaldía tuvo lugar la recepción oficial, donde el cardenal firmó en el Libro de Oro del Ayuntamiento y el Alcalde, Francisco Blasco, le obsequió con un volumen de los pergaminos de la Cancillería Real, obra del erudito sacerdote y archivero, José María Parra. El cardenal manifestó con unas sentidas palabras el recibimiento que se le había tributado y bromeando dijo que después de visitar el Santuario de la patrona a media tarde, “tindrem eixe pregó; només té que, quan jo era menut, hi havia uns pregoners pels pobles que portaven tots una trompeta i després de fer tiri-rí tiri-rí, es quan feien el pregó. Jo m’he deixat la trompeta en casa, de tal manera que no sé com fer el pregó sense trompeta...” La socarronería de buen valenciano y mediterráneo salía a flor de su personalidad en el momento menos pensado.
Poco después de las seis de la tarde, el cardenal llegaba al santuario de la Virgen de Lluch, que se encontraba repleto de fieles que le recibieron con grandes muestras de simpatía a los sones dels gojos a la Mare de Deu. Venía acompañado su eminencia por el arcipreste Francisco Albiol, párroco de la Virgen; Julio Lerma y el presidente de la cofradía, Dr. José Vila Castellar.
Se celebraba aquel día el VII aniversario de la proclamación de la Bula Pontificia de la Virgen de LLuch como Patrona de Alzira. Después de unas palabras del párroco Julio Lerma, el cardenal saludaba a los fieles de Alzira, con motivo de esta visita tan entrañable y memorable. Al término de su disertación, la dama mayor de la Virgen, Natalia Sebastiá Sancho, le imponía la medalla de cofrade de honor, mientras que el presidente, José Vila, le hacía entrega de una imagen de la Virgen, enmarcada en cerámica.
Monseñor ascendió al camarín de la Patrona para venerar su imagen y acto seguido dejaba escrita su dedicatoria en el Libro de Oro de la Cofradía. “Emocionado por haberme encontrado en este santuario en el VII aniversario de la proclamación de su patronazgo maternal sobre esta ciudad, pido a la Virgen de Lluch que continúe mirando siempre con especial amor a este pueblo que tanto la ama; al mismo tiempo que impulso a los alcireños a perseverar en un amor y devoción a María, que es prenda de Salvación. Con mi bendición mas afectuosa para todos los hogares de Alzira. Cardenal Tarancón”.
Más tarde, en el parador de la calle Mayor San Agustín, cedido por la familia Suñer, ya que el Gran Teatro no estaba en condiciones, seriamente dañado por la pantanada, tuvo lugar el pregón siendo presentado por el profesor Bernardo Montagud, con el prolegómeno de la escenificación de la instauración de la eucaristía a cargo del grupo La Pasión de Benetuser. Montagud relató, dedicado al cardenal, unos rasgos de identidad de nuestro pueblo comenzando seguidamente la brillante disertación de su eminencia de la que podemos asegurar, sin lugar a dudas, que ha sido una de las más interesantes de todos los pregones que se han celebrado en los últimos años.
El cardenal terminaba el pregón con estas palabras: “... pero yo os diría, alcireños, ahí tenéis un rasgo maravilloso de vuestra identidad. No lo perdáis. Los pueblos no se engrandecen rompiendo o truncando la historia, ¡sí actualizándola! Porque ha de ser lo añejo y lo nuevo; las raíces profundas en toda la historia de vuestro pueblo, manifestada con las exigencias que actualmente comporta la vida. Pero no os dejéis perder este con otras cosas que vosotros podéis tener, que marcan vuestro carácter. Que seáis vosotros, que sepáis mantener vuestra identidad como pueblo y como cristianos y puede ser esta celebración de la Semana Santa como un estímulo y una fuerza para que así sea. Así os lo deseo”.
El cardenal Vicente Enrique y Tarancón, su última intervención en público —salvando su nombramiento de Doctor Honoris Causa— fue en el Círculo Alcireño el 16 de Junio de este año, en una conferencia que pronunció en el Foro de opinión. Quede nuestro recuerdo más emocionado.
Alfonso Rovira 02.12.1994
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Cultura : Historia, Patrimonio, Costumbrismo y Pasado,
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Recuerdo ese pregón y la visita del cardenal de ese día a Alzira. Fue una visita muy completa y el pregón de una gran talla.
Ese pregón no lo recuerdo, pero si recuerdo la última conferencia que dió el cardenal Tarancón antes de su fallecimiento, ya que fue en nuestra ciudad de Alzira, y concretamente en el salón dorado de La Gallera. Conferencia que versó sobre la transición plitica española, y de la que me consta que usted señor Alfonso Rovira, tiene mucha información y muchas fotografias.
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