“Sin ese instinto protector de ‘La Pachu’, igual mi hija no estaría hoy aquí”
Anteayer informamos en este mismo diario de un suceso que, aparentemente, podría considerarse como “uno más” de los muchos que suelen acaecer y que se cuentan en el panorama informativo.
Hacia las 11:45 horas, Rosa María, una niña de 12 años, entraba en el negocio que regenta su madre en Alzira gritando que la casa, situada al lado mismo de la tienda, se estaba quemando. Mª José, su madre, salió corriendo y se adentró en la vivienda que ya estaba llena de humo, “apenas se podía ver nada y venía justo respirar”, comentó a El Seis Doble.
Mª José imaginó que el origen del fuego venía de la cocina, lugar al que acudió inmediatamente, “lo primero que hice es ver los mandos de la vitrocerámica, pero estos estaban en posición de apagado. Desconecté los plomos de la luz y cogí unas botellas de agua de 5 litros que tengo para sofocar el fuego que prendía hacia la campana extractora”.
“Empezó a ladrar de una manera desesperada delante
de Rosa María alertándola y provocando que se
En esos momentos, la propietaria de la vivienda vio como un ciudadano colgado de la reja se preocupaba por su estado y le ofrecía ayuda. Entró para auxiliar a Mª José y entre ambos abrieron todas las ventanas para que se ventilará el interior de la casa. Poco después, entraron miembros de la policía local de Alzira para auxiliarles. Al salir a la calle, comprobaron que ya se habían personado los bomberos que continuaron con las actuaciones pertinentes y adecuadas a las características del siniestro.
Mª José nos comentó que desconocían las causas del incendio. En el momento de producirse, Rosa María estaba sola en casa viendo la televisión en el sofá, con la única compañía de sus dos perritas, Linda y Pachu. Sus otras dos hermanas, de nueve y diez años, estaban en el colegio. Linda se encontraba al lado de la niña; Pachu, correteaba y husmeaba por toda la vivienda, inquieta, como es habitual en un cachorro de tres meses. De pronto, ésta empezó a ladrar de una manera desesperada delante de Rosa María, cosa que alertó a la niña y provocó que se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo antes de que fuera demasiado tarde.
“La Pachu”
La heroína de esta historia es un cachorro de perro mestizo de tres meses que llegó a casa de Mª José un poco por lástima, ya que fue la última en salir en un parto complicado de una camada de cuatro perros, por lo que el animal quedo muy alicaído. “La vimos tan débil que nos dio pena y decidimos que se venía a casa, a pesar de que a mí no me parecía bien. Decidimos ese mismo día el nombre, ‘Pachu’ o ‘La Pachu’ (como la llamamos muchas veces) por lo pachucha que estaba”.
Pachu es bastante revoltosa, en casa tiene el comportamiento agitado tan usual en los cachorros de su edad. A pesar de ello, es un miembro más de la familia y ahora “mucho más, sin ese instinto protector de ‘La Pachu’, igual mi hija no estaría hoy aquí”, confesó Mª José con la voz entrecortada.
Carlos Ramírez
El amor por los animales se ha visto correspondido
Declaraciones de Mª José
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
A ver si la hacen ciudadana predilecta. Seguro que se lo merece mucho más que otros de 2 patas.
Como digo muchas veces. Dios está en todas las cosas y al amarlas es amar a Dios, Para que luego martiricen a los animales que tienen sentimientos de amor y de dolor y sufrimiento como las personas. Tambien se merece una medalla del sentimiento y del valor que alerto del peligro que corria su ama Rosa María que le salvo la vida.
Como dice José muchos humanos no harían lo que hizo ella. Pongo el ejemplo de los niños de Andalucia que murieron victimas por las propias manos asesinas de su padre.
Amar, amar y perdonar, es lo que en este mundo mucho necesita.
Vuestra hermana en Cristo
Rosa María de Dios
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