

El Galeón de Manila Nuestra Señora de Covadonga (VI)
“Los galeones del imperio eran continuamente atacados y apresados perdiéndose sus cargamentos y haciendo prisioneros a sus hombres”

.-000194
Pasión por el modelismo naval
Estimados amigos lectores de El Seis Doble, continuamos la construcción de nuestra maqueta naval.
Como ya sabéis los seguidores de este espacio, estamos construyendo un galeón con una historia apasionante y que acabó en manos de la pérfida albión, se trata del galeón Nuestra Señora de Covadonga, gemelo del Nuestra Señora del Pilar y que pertenecieron a la Carrera de Manila. Previamente y como ya es costumbre, haremos un breve comentario sobre la historia, construcción y características de estos apasionantes barcos que en muchas ocasiones escribieron la Historia Naval de España.
Las fortificaciones llevadas a cabo por la Corona Española en los territorios ultramarinos de su imperio es el mayor conjunto defensivo realizado por una sola nación hasta la fecha; se había creado el imperio español.
La Corona Española, ante la amenaza continuada de potencias extranjeras, sus eternos rivales Inglaterra, Holanda, Francia y de piratas, corsarios y bucaneros decidió configurar un doble sistema de defensa. Uno de carácter móvil formado por ‘La Flota’: la defensa dinámica, con períodos fijos y un circuito único. Y otro de carácter fijo: la defensa estática, a través de la fortificación de los principales puertos que se convierten en ciudades fortificadas.
Además de las fortificaciones, estos puertos tenían una serie de características comunes: las bahías que los albergaban, la ingeniería hidráulica que desarrollaron y la existencia de determinada infraestructura de apoyo, como los astilleros y almacenes.
Las técnicas y diseños renacentistas fueron asimilados por los ingenieros al servicio de la Corona Española, que los reelaboraron en cada caso. Las fortificaciones se acoplaron al territorio primando la experiencia práctica sobre los planteamientos teóricos. El número, dimensiones y extensión de las fortificaciones realizadas en el Nuevo Mundo llegaron a crear un tipo de defensas que se conoce como la fortificación abaluartada española.
Santo Domingo fue la primera fundación española en territorio americano y tuvo un corto periodo de esplendor, aunque allí se experimentó el sistema urbano y defensivo que después se trasladaría al resto de las ciudades del continente.
En las costas de Nueva España el puerto más importante era Veracruz, enclave de llegada y partida de los galeones de Indias. La ciudad estaba ubicada en un lugar estratégico frente al islote de Ulua, donde se construyó el castillo de San Juan.
La Habana, fundada en 1515 y emplazada en una bahía protegida, pronto se convirtió en lugar de reunión de las flotas de Nueva España y Tierra Firme desde donde partían con rumbo a España. Debido a los ataques piratas, desde la época de Felipe II se comenzó a fortificar siendo en el siglo XVIII uno de los puertos más protegidos de América.
Cartagena de Indias, fundada en 1533 a los pies de una gran bahía y sobre un antiguo poblado indígena, pronto se convirtió en uno de los puertos y ciudad más importantes del imperio español, tanto para el comercio como para la estrategia militar, por su amplia bahía protegida y sus excelentes comunicaciones con el interior.
Desde el siglo XVI los galeones de la Carrera de las Indias se organizaron en dos flotas que partían desde Sevilla en mayo y en septiembre; una con destino a Nueva España y la otra a Tierra Firme. Se artillaron fuertemente y se dotaron con personal bien preparado, aunque muchas veces la Armada recurría a la leva y a las prisiones, por escasez de personal, para poder dotar sus flotas, ya que la gran mayoría que embarcaba en Sevilla difícilmente volvía a su lugar de origen. Los galeones del imperio eran continuamente atacados y apresados perdiéndose sus cargamentos y haciendo prisioneros a sus hombres. Durante el reinado de Felipe V se empezaron a sustituir los galeones del siglo anterior, de formas pesadas y redondeadas, por otros buques más ligeros. Estas fueron algunas de las respuestas defensivas ante las continuas amenazas al comercio ultramarino español.
La Construcción de la maqueta del galeón Nuestra Señora de Covadonga
Como vemos en las fotografías, nuestro galeón va tomando forma. A partir de ahora el trabajo a realizar es mucho más tranquilo y relajante. Hemos pintado las cureñas de los cañones de a veintiséis libras dispuestos en la segunda batería. Construido y montado los cabilleros y barandillas en alcázar, castillo y combes. Montado las bocas de fuego de a treinta y seis libras de la primera batería y en espera de nuevos avances en la construcción de nuestro galeón, en este punto lo dejamos por hoy.
Añadir un comentario