Francisco Palanca y Roca nació en Alzira el 11 de agosto 1834 y murió en Valencia el 17 de agosto de 1897
El 17 de agosto de 1897 murió en Valencia el poeta y autor dramático alzireño Francisco Palanca y Roca. Dentro de un año, por estas mismas fechas, se cumplirá pues, el centenario del fallecimiento de aquel ilustre conciudadano del que apenas sus paisanos tienen noticia.
Francisco J. Llobat Boch, con el patrocinio de la comisión fallera de Camí Nou, ha tenido a bien dar a luz, recientemente, un texto donde, de forma amplia, ha rememorado la existencia, trazando una completa semblanza de la vida y obra de quien fue, aparte de escritor, panadero, actor, tipógrafo y bedel. LLobat ha compilado en 270 páginas todo cuanto ha podido, convirtiéndose, sin duda su trabajo en el estudio necesario e imprescindible para quien quiera conocer sobre nuestro insigne antepasado.
El 11 de agosto de 1834 nació en Alzira, villa que contaba con algo más de 11.000 habitantes, fruto del matrimonio formado por Francisco Palanca Roig y María Roca Roca. La necesidad de mejorar las condiciones de vida familiares motivó el traslado a Valencia, donde el padre comenzaría a trabajar como hornero, en 1838. Poco después, Palanca quedó huérfano de madre, circunstancia que motivó su estancia una nueva temporada en su ciudad natal hasta su regreso definitivo al hogar paterno que tuvo lugar poco después tras contraer matrimonio su progenitor. No era Palanca muy aficionado a la escuela por lo que pronto pasó a trabajar, como recadero, en el mismo horno en el que laboraba su padre.
Ya adolescente, se manifestaron en él inquietudes sociales, literarias y políticas, lo que le llevó a inscribirse como socio en una entidad cultural: El Museo Valenciano. Se introdujo, poco después, en el mundo del teatro, revelándose como buen declamador. Formó parte, incluso, de una compañía teatral, siendo consciente de su desventaja por no saber leer y escribir. Comenzó a frecuentar los foros culturales y teatrales de la capital, llegando a trabar gran amistad con Bernat y Baldoví, Jacinto Labayla y Eduardo Escalante. Los buenos consejos del impresor José Doménech, tan vinculado a Las Provincias, le animaron a escribir.
Por aquella época le editaron su primera composición poética titulada “Oda al mar”. Su primera creación teatral, escrita a los 25 años, se interpretó en el coliseo Princesa, compuesta expresamente para la función que se llevó a cabo a beneficio de la actriz María Toral, se tituló “LLàgrimes d’una femella” y constituyó un rotundo éxito. A esta, seguiría una segunda, también en valenciano, “La millor raó: el trabuc”.
Su primera obra teatral escrita en castellano fue “Deuda sagrada”. Con el tiempo, Palanca pasó a interesarse por las obras musicales, ambientando una zarzuela de costumbres valencianas, en un acto y en verso, titulada “Un casament en Picanya”, con melodía compuesta por el maestro Juan García y que constituyó su mayor triunfo hasta entonces. De la mano de Bernat y Baldoví hizo su incursión en el género de los “Miracles de Sant Vicent Ferrer” creando con aquél el titulado: “El rey moro de Granada”.
Palanca, con el aprendizaje de la escritura y de la lectura, dejó de dedicarle sus composiciones a su amigo José Montseny, su auténtico valedor. Contaba ya con 26 años.
Fijó ahora su objetivo en Madrid, siendo consciente de que habría que esmerarse más en su trabajo por tratarse de muy expertos tanto el público como la crítica de la capital de España, por ser allí un autor desconocido ya que sus éxitos en la ciudad del Turia no habían trascendido, por no contar con un benefactor y porque no dominaba aún en exceso la lengua castellana.
El 8 de febrero de 1862 se estrenó en el teatro Novedades de Madrid, con gran éxito, “El Ángel de Salvación”, drama en tres actos. Emilio Cautelar se expresó en su crítica teatral en términos elogiosos coincidiendo así con el eminente literato Juan E. Hartzembusch que había recomendado la representación de la obra.
Palanca, de regreso a su tierra, vuelve a escribir en valenciano. En 1865 viaja a Argelia con una compañía teatral, triunfando en el teatro Calderón de Orán. Allí recibió la felicitación, por unos versos, de Napoleón III.
El 1 de octubre de 1865 contrajo matrimonio con Juana Labayla. Éxitos posteriores serían: “Valencianos con honra”, “Tres roses en un pomell”, “Toni manera i Joan de la son” y “Las escuelas en España”, comedia en un acto que le valió la gratitud del profesorado primario de Valencia.
El 6 de julio de 1875 comenzó a trabajar como bedel en la Universidad de Valencia, siendo miembro, desde sus inicios, de la sociedad “Lo Rat Penat”. “Decrets de la Providència” “Ortigues i Reselles” y “El capital i el treball” constituirían sus posteriores éxitos. Falleció el día 17 de Agosto del año 1897.
Aureliano J. Lairón Pla, 1 de septiembre de 1996
Cronista Oficial de la Ciudad de Alzira
Con autorización del autor para EL SEIS DOBLE. Texto publicado en Las Provincias el 1 de septiembre de 1996 y en el libro “Alzira, ayer y hoy” editado por la Falla Plaça Major en 2003.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Es una pena que alzireños como este no sean más reconocidos por el pueblo ni se haga nada por parte del ayuntamiento para potenciar a nuestros ilustres conciudadanos... En fin, que sigan los homenajes a Chipper.
Marino, Chipper vende; está en la corriente de la barbarie televisiva rosa. A Palanca y Roca no lo conoce ni su padre porque no sale en la caja tonta. La alcaldesa y el concejal de fiestas, a lo suyo, a chupar cámara con Chipper. Curioso país el nuestro.
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