Esto viene ocurriendo desde hace años y parece ser que nadie se encarga de evitarlo
La circulación por las calles de una ciudad no puede estar confiada exclusivamente la buena voluntad de sus usuarios. Es necesario que existan normas que faciliten la fluidez y, sobre todo, la seguridad, tanto de conductores como de peatones. Son esas normas que los conductores aprendieron en su día para superar las pruebas para obtener el permiso de conducción y que después olvidaron archivándolas en el estante de las tonterías que no sirven para nada, o que, en el mejor de los casos, sólo tienen que cumplir los demás.
Hay innumerables ejemplos que cualquier lector de este artículo podría añadir o comentar haciéndolo interminable. En algunos casos, no pocos, los conductores actúan mal por pura desconsideración hacia los demás, pero en muchas ocasiones lo hacen por desconocimiento de lo que pueden o no pueden hacer y se dejan influir por los comportamientos erróneos de los demás que acaban por asumir al considerarlos normales. Pues bien, para ambos casos hay instrumentos que, en manos de quien sabe y puede, deberían servir para corregir estos comportamientos inadecuados y velar por la seguridad de todos. En nuestra ciudad, lógicamente, debería ser la policía municipal en primera instancia quien, debidamente instruida por quien tenga competencia para hacerlo se encargue de cumplir con esta función. Lamentablemente, en nuestra ciudad parece que no saben o no quieren cumplir con su función principal que no debe ser otra que la de velar por la seguridad ciudadana, concretamente en el ámbito de la circulación.
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Hay un caso que me parece especialmente llamativo y que ejemplifica la ignorancia o falta de consideración de unos, los conductores, y la desidia inexplicable de otros, la policía municipal. Se trata del extremo de la calle Trinidad Redal, en la parte próxima a la rotonda del bingo. Es una calle de doble sentido, no demasiado ancha, en la que sólo está permitido el estacionamiento en el retrancamiento que hay en una de sus aceras, hecho, precisamente, para este fin, pues si se estaciona en la calzada se dificulta enormemente el paso de vehículos en sentidos opuestos. Pues bien, como se puede ver en las fotografías adjuntas, los automóviles estacionan habitualmente donde no pueden y, además, lo hacen en sentido contrario de la circulación, e incluso en una zona donde se prohíbe la parada, bajo la amenaza de la grúa. Por lo visto la señal está puesta de broma, pues todos los días, a todas las horas y desde hace muchos años, los vehículos estacionan sin ningún reparo ni inconveniente y sin que nadie se encargue de evitarlo, haciendo que se cumplan las normas. El otro día, pasando por allí, me vi en grandes apuros pues me tuve que cruzar en ese lugar con el autobús urbano que tiene una para en dicha calle. También me ha comentado un conocido que tiene una autoescuela que la los examinadores les gusta hacer pasar por allí a los alumnos que están examinándose ocasionando la difícil situación bastantes suspensos porque los aspirantes al carnet de conducir (ni muchos de los que ya lo tienen) no tienen el aplomo suficiente para resolver, la gusto del examinador la situación complicada que se plantea.
Pido, por favor, que se tomen medidas para que se cumplan las normas en ese lugar concreto y que la comodidad de unos pocos no implique riesgos e inconvenientes graves para todos los demás.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Cuanta razón tiene este señor. Lo por de todo es que la plicia suele pasarse por la zona (tanto local como nacional) y son ellos los primeros que dejan coches y motos encima de la cera para meterse en el Bar.
La policia en alzira no existe. La concejala Gares, responsable de la policia ni esta ni se le espera, esta en el limbo. Lastima que con mis impuestos tenga que pagar el sueldo de estos xxxxxxxxxxxx. Esto es lo que hay. Una poca verguenza la de todos.
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