Los primeros datos que maneja la Unió Llauradora para la próxima campaña de cítricos 2024/2025 indican un ligero aumento de cosecha del 3% en la Comunitat Valenciana, pero a pesar de ello será la tercera con menos producción de este siglo como consecuencia fundamentalmente de la sequía.
La organización estima una producción total de cítricos de alrededor de 2,88 millones de toneladas en la que se prevé una buena calidad, coloraciones y un contenido de zumo adecuados. Es una cifra un poco por encima de la pasada que hay que recordar que fue la más baja de este siglo XXI y en relación con la serie histórica de los últimos 25 años representa una reducción del 10%. Es la sexta campaña consecutiva por debajo de la media productiva del último cuarto de siglo.
Los principales motivos de estos descensos productivos siguen siendo principalmente climáticos, como es la sequía prolongada, las adversas y extremas condiciones meteorológicas acontecidas en las zonas de producción desde la floración y el cuajado de los frutos, así como durante su engorde (elevadísimas temperaturas y nula pluviometría).
Pero a ellos hay que sumar también el arbolado viejo con bajo rendimiento, el abandono de tierras de cultivo y las plagas o enfermedades de cuarentena sobre las que cada vez existen menos herramientas de control. Los últimos datos oficiales de la Conselleria de Agricultura cuantifican una superficie citrícola de 153.867 hectáreas, lo que representa un descenso del 13% respecto a 2010 y del 20% desde finales del siglo XX.
LA UNIÓ considera que esta reducción de la producción debería garantizar un suministro ordenado a los principales mercados y en consecuencia mantener a lo largo de toda la campaña unos precios estables y superiores a los de campañas anteriores donde habido grandes diferencias estacionales de cotizaciones.
Tendencia a la baja en consumo
El consumo de cítricos en los hogares presenta una tendencia a la baja en las últimas campañas, con un nuevo descenso en la pasada del 7,5% respecto a la anterior y del 21% sobre la media de las cinco precedentes. Únicamente repunta el consumo de mandarinas de la pasada campaña sobre la anterior. LA UNIÓ reitera la necesidad de realizar campañas de promoción de los cítricos para recuperar los consumos.
Crecen las importaciones
Las importaciones continúan incrementándose año tras año. En el primer cuatrimestre de 2024 (enero-abril) el volumen importado fue de 606.969 toneladas, un 6,3% más que en el mismo periodo de 2023 (+35.900 t) y un 17,5% por encima de la media de los últimos cinco años (+90.400 t). Las importaciones se concentran entre Egipto (56% de cuota), Turquía (22,3%) y a mayor distancia se sitúa Marruecos (8,3%), manteniendo los tres países su posición.
LA UNIÓ aboga en este sentido por proteger la sanidad vegetal con un mayor presupuesto, reforzar los actuales protocolos de importación contra plagas y enfermedades mediante medidas más estrictas y ampliar el tratamiento de frío a mandarinas y pomelos. Todo ello para evitar “pagar esos costes de producción tan elevados para combatir las plagas actuales”. Otra de las medidas para frenar las importaciones pasa a juicio de la organización porque “los puertos españoles no bonifiquen la entrada de cítricos de fuera y sigan el ejemplo de PortCastelló, el único que ha aprobado en su plan de empresa de 2025 la retirada de las bonificaciones.
Para esta campaña citrícola 2024/2024 es importante mantener según LA UNIÓ, por parte de la industria de zumo, una demanda de fruta nuestra con buenos precios con objeto de ayudar a tener mejores aprovechamientos.
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, indica que “seguimos sin recuperar capacidad productiva y estamos ante una nueva cosecha marcada por la climatología y otros factores, circunstancias que deberían servir para que los productores obtuvieran unos precios ajustados y estables”.
LA UNIÓ
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