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Se han mostrado naranjas y mandarinas puestas a la venta con manchas en la piel, heladas, de tamaño irregular, sin etiquetado de origen ni variedad, etc
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU) exigen a la Conselleria de Comercio que emprenda una campaña de controles exhaustiva que llegue hasta el final con sanciones ejemplares a los establecimientos que venden naranjas en mal estado y sin los requisitos de calidad mínimamente exigibles. Los presidentes de ambas asociaciones, Cristóbal Aguado y Fernando Móner, han realizado este llamamiento durante una rueda de prensa, en Valencia, donde se han mostrado naranjas y mandarinas puestas a la venta con manchas en la piel, heladas, de tamaño irregular, sin etiquetado de origen ni variedad, etc.
Los máximos responsables de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, y AVACU, Fernando Móner, han constatado que la venta en mal estado de “nuestra bandera y buque insignia” en nuestra propia tierra supone no sólo una pésima imagen, sino también un grave perjuicio tanto para los productores como para los consumidores, además de que las ilegalidades en el etiquetado que pueden derivar en un problema de salud pública. “La normas están para cumplirse”, han recalcado ambos dirigentes.
Por ello, han remitido una carta a la directora general de Comercio y Consumo, Silvia Ordiñaga, en la que se le pone en conocimiento de estas irregularidades cometidas tanto en establecimientos de Valencia como en otros pueblos y ciudades de la Comunidad Valenciana. Para atestiguarlo, técnicos de las dos asociaciones han recorrido unas docenas de tiendas de Valencia en las que han comprado una bolsa de naranjas y han detectado varias anomalías como la falta de especificación en el etiquetado de la procedencia y variedad, con manchas, recogidas del suelo, con mezcla de calibres o sin el calibre adecuado, entre otras irregularidades.
Estas ilegalidades se han detectado en un mismo tipo de establecimientos: pequeños locales con gran cantidad de fruta amontada hasta que se echa a perder y sin una trazabilidad conocida del género. De hecho, los técnicos han observado que la mercancía suele llegar en furgonetas cargadas de fruta guardada en envases no identificables y que “parecen no ser propiedad de nadie”.
Nada que ver, han comentado, con la calidad ofrecida en el medio centenar de puestos del Mercado Central. Aguado ha comentado que también han visitado tiendas de mayor tamaño y supermercados en los que aunque se han observado “diferencias importantes”, el género correspondiente a unos parámetros aceptables y cumple la normativa.
Móner ha pedido al Consell que, ante la falta de inspectores, los controles se concentren en este tipo de establecimientos y que no se limiten sólo a retirar los cajones con las fruta en mal estado, sino que pongan también sanciones ejemplares y que si se repite la misma situación se llegue a cerrar el establecimiento. “Las reglas tienen que ser igual parta todos”, ha reclamado.
Asimismo, ha animado a todos los consumidores que actúen como inspectores y que denuncien cualquier anomalía que detecten porque a largo plazo la compra de mercancía defectuosa puede acabar con el agricultor, los establecimientos que invierten en calidad y cumplen la normativa, e incluso también atenta contra los hábitos saludables que se quieren inculcar en los niños ya que “si comen una naranja en mal estado no querrán más”.
Nota de prensa de AVA-ASAJA
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