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Unos 200 festeros pasearon por las calles realizando disparos con arcabuces
Una salerosa capitanía de la filà Contrabandistas-Bandoleras puso el colofón a la Entrada de Moros y Cristianos de Alzira. Varios caballos dieron paso al estandarte fundacional y el actual, creado este año, para que la escuela alzireña Art Dansa mostrara la primera actuación de baile flamenco. La escuadra contrabandista de Carcaixent realizó diversas evoluciones dirigidos por sus cabos Amparo Rodríguez e Iván Almiñana, acompañados por la banda de Benicull. El nou ballet alzireny Perla Negra recordaven la tradició bandolera del Marquesat ribereño. La “recreada” historia que da cuerpo a la capitanía explicaba que las contrabandistas y bandoleras se refugiaron en las montañas de la Murta para recuperar con una guerra de guerrillas la Al-Jazirat conquistada por los árabes.
Las tropas de la Media Luna hicieron huir a los eremitas y mataron al fundador de la orden religiosa, que fue enterrado en el monasterio. Unas jovencitas repartieron murta (recordando el valle alzireño) y claveles al público. La colla de dolçainers alzireños Les Raboses abrían el paso a la carroza de la capitana cristiana, Concha Morales Carrasco, acompañada por su hija, Rosa Villena y una de sus nietas, Iris Ferrer, sus favoritas. Como escoltas estuvieron las contrabandistas de Manuel, dirigidas por Tere Donat y la escuadra oficial de las Contrabandistas-Bandoleras de Alzira, cuyo cabo era Adela López.
La entrada se inició previamente con el bando moro y la comparsa de Els/Les de la Vila, coordinados por Fernando Vera y Concha Vidal. Un camello, cuyo cabo batidor era Mª Ángeles Rodríguez, daba paso a las filàs de Mercaders y Al-Jazirins, los cabos de las cuales eran David Chordà y Kike Botella.
El bando cristiano se abría con la nueva filà de las Corsarias de la Ribera, regida por Eva Adán y Templaris, que estrenaba traje y estandarte; Antonio Goig era su cabo. Creuats Riberencs, con Juan Gómez al frente cerraban el escuadrón.
El ballet de amazonas y guerreros junto a los Tambores de Batalla precedían a Jaume I, encarnado este año por Manel Arrebola y su segunda esposa, na Violant d’Hongria, Lola Juan. Por último, los fundadores del bando Conqueridors y Consellers del rei en Jaume, dirigidos por David Mercado y Mayte Navarro, escoltaron a los reyes antes de la comitiva Contrabandista.
La representación de la toma de Alzira tuvo nuevos actores. Manel Arrebola hizo el papel de El Conqueridor relevando a Pasqual Tudela, que lo había representado desde el primer año. José Gabriel Piera fue el emisario moro y Antonio Goig el emisario cristiano. Juan Ortega volvió a ejercer de narrador.
Las fiestas finalizaron con la “arcabuzada”. Unos 200 festeros pasearon por las calles realizando disparos con arcabuces. El itinerario se inició en el Parque de Arabia Saudita; Avda. Luis Suñer; Plaza del Mercat; Dr. Faustino Blasco; Mayor Santa Catalina; Plaza de la Constitución, donde se realizó la ofrenda de flores a Santa Catalina por parte de Na Violant de Hungría, Lola Juan, y la capitana, Concha Morales, continuando por Sant Roc y travesía Saludador para finalizar en el mismo lugar donde comenzó.
Valcano
Representación de la conquista de Alzira
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Clara Tormo, de la filà
Contrabandistes de Manuel
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
¿El carnaval no es en el mes de febrero?
Periquito das PENA por que si dieras penes seria una gloria
Periquito, eres més anti-alzirenyo, i més que pena dones repelus.
¿Vosotros de qué ibais disfrazados?
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