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Capitalismo contra cristianismoArtículo de opinión de Xavier Cantera
“Donde primero debemos cambiar el capitalismo es en nuestra mente y nuestro corazón para poder ser activistas coherentes de que otro mundo es posible”
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Una opinión más
Xavier Cantera
Durante esta reflexión no quiero moverme en el escenario de derechas-izquierdas ni en el trasnochado binomio capitalismo-comunismo. Tampoco quiero que sirva mi opinión para justificar la confesionalidad religiosa de ninguna alternativa política. Esto no me impide adelantar que pueden haber algunas opciones políticas que, si de verdad, son defensoras de la justicia social, del bienestar social, de políticas sociales en favor de los más castigados por la crisis provocada por el capitalismo de un egoísmo insaciable, se aproximen más al pensamiento original del cristianismo que otras que, aunque sus dirigentes practiquen la comunión y misa diarias, son defensoras del mantenimiento de los principios fundamentales del capitalismo que se enriquece con la explotación destructora de la vida, del medio ambiente y con el trabajo sin derechos de otras personas.
Quiero hacer esta reflexión en estos días de Semana Santa y cuando la crisis económica más está castigando a algunas familias y personas: parados, con subsidio, sin subsidio, sin vivienda, con vivienda que no pueden pagar y los que no llegan a final de mes. Todos ellos víctimas de un capitalismo especulativo que ha conseguido que unos cuantos ricos sean más ricos a costa de los demás y muchos otros sean más pobres. Entre los mil más ricos están los especuladores inmobiliarios españoles que nos han hundido en esta crisis.
El Dios de los Evangelios ama la vida y la salud de las personas. Todos aquellos que destruyen la vida para obtener más ganancias, sea aquí o en China, están en contra de Él. También los que no quieren regular el aborto para salvar vidas clandestinas y garantizar la salud de la mujer.
El Dios de los Evangelios ama a todos por igual. Quienes construyen una sociedad de privilegiados y de castas que tienen garantizada la salud y se oponen a que muchos millones de otros tengan seguro sanitario, están en contra de Él. También los que utilizan la salud para su negocio y nos privan de la calidad a la que tenemos derecho.
El Dios de los Evangelios ama sobre todo a los más necesitados. Quienes defraudan y no pagan sus impuestos, quienes utilizan los presupuestos sociales para preparar visitas papales, quienes quieren destruir los pilares del estado del bienestar, están en contra de Él. También los que niegan el derecho a venir a aquí a quienes en su país se mueren de hambre.
El Dios de los Evangelios ama a la mujer. Quienes la explotan, la esclavizan, quienes la maltratan, quienes no la respetan en todos sus derechos con igualdad al hombre, están en contra de Él. También los que no la permiten trabajar y cobrar igual que los hombres, haciendo igual trabajo.
El capitalismo, en tiempo de Jesús, estaba representado por los dominadores romanos, por los escribas y fariseos, por las autoridades del Templo y resulta que todos ellos participaron en la ejecución criminal del Justo de Nazaret.
Esta crisis económica, la más cruel que ha sufrido la sociedad de la industria moderna, de la informática y de la globalización, ha evidenciado que el capitalismo y el cristianismo no casan por muchas bendiciones que le echen y por muchas visitas a Roma que hagan sus dirigentes. Sólo una reforma profunda del sistema basada en la responsabilidad social, el respeto a la persona humana, la igualdad de la mujer y la defensa del medio ambiente por parte de los organismos mundiales, de las de las empresas, bancos y entidades financieras, puede conseguir un capitalismo humanista que es lo más aproximado al cristianismo. Mientras tanto, los que nos regimos por los valores del Evangelio debemos consumir y gastar inteligente y solidariamente para ayudar a salir de la crisis a los más agobiados por ella y no aplaudir los desmanes del sistema, aunque esto nos obligue a renunciar a algunas comodidades, porque donde primero debemos cambiar el capitalismo es en nuestra mente y nuestro corazón para poder ser activistas coherentes de que “otro mundo es posible”.
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Opinión
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Enhorabuena Xavier es un artículo magistral, conciso, claro y bien explicado, el Dios de muchos es el dinero y eso es todo lo contrario a las enseñanzas de Dios.
Si tanto justo y tan bueno es ese Dios de los Evangelios ¿por qué no actúa? ¿Por qué no hace algo? Seguro que en estos tiempos hay muchísima gente que se encomienda a él. De vez en cuando que nos echara una mano no vendría mal porque, como dice Saramago: "Hizo el mundo en seis días, descansó el séptimo, y todavía sigue descansando".
Benito los cristianos sabemos que tenemos Libre Albedrío, es decir somos reponsables de nuestros actos sin tener nada externo que pueda cambiar el rumbo de las consecuencias que la naturaleza y el hombre tengan de lo acontecido. Para los cristianos Nuestro Señor está por encima de todo y la Fe es fundamental y no actúa como tú dices porque no está a las órdenes nuestras ni a lo que nosotros mandemos es justamente alrevés. Saludos-
Sr. Cantera mi mas sincera enhorabuena por el artículo. Creo que todo lo que ha expresado es una verdad más grande que la catedral de Burgos, por decir algo. Luego esos que se enriquecen a costa del sufrimiento de otros son los que van en las procesiones y se dan golpes de pecho. La hipocresía es así.
Muy buena reflexión, Xavier.
Otro capitalismo es posible: Cuando las empresas y los poderosos comprendan que la mayor riqueza es el capital humano (sus trabajadores, sus clientes). Si viéramos a cada persona como el inmenso tesoro que es, otro gallo nos cantaría.
Enhorabuena Xavier, un articulo coherente y veraz, no solo por el texto sino por el fondo que contiene, leer entre lineas es muy importante aunque eres muy claro en tu reflexión. También me gustaría oírte sobre el tema tan actual como es la pederastia.
Miguel, tienes un artículo en estas mismas páginas:"Paseo Dominical".Gracias por tus palabras y también quiero agradecer a todos vuestra aceptación.Gracias.
Benito, creo que Justino ya te ha contestado algo. Yo sólo quiero añadir que hasta que no liberemos la religión, todo tipo de religión, de todo tipo de magia, no podremos hablar de verdadera religión. La que yo intento descubrir y practicar se basa en que sólo la acción de las personas puede transformar esta sociedad y la convivencia de las personas en justicia, libertad, igualdad y fraternidad. Los que nos hemos dormido, somos nostros. Utilizar una narración educativa, como es la creación, que ni es histórica, ni científica, ni pretende serlo, aunque sea Saramago quien la manipula, es un mal chiste. También los que utilizamos la razón para mejorar este mundo, también nos dormimose incluso pasamos de la acción de cambio. Perdonad que no participara antes en la tertulia, estaba algo lejos y sin ordenador.
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