Por: Rosa María de Dios
“Yo era muy pequeña y recuerdo ese pequeño convento, estuve en él muchas veces con mis padres y abuelos”
En un pequeño convento, por el año 1900, vivían en nuestra Alzira unos frailes franciscanos capuchinos. Estaba construido bajo de la ermita en la barriada a los pies de la Muntanyeta del Salvador, detrás de Cartonajes Suñer. Ellos eran muy amados por su gran labor. Un franciscano llamado padre Germán fue fusilado en tiempo de la guerra en Carcagente, en el año 1936, y este era un santo en este pequeño convento. Mi tío, hermano de mi madre, iba a la escuela gratuitamente; este hermano hacía clase y era también maestro de un pequeño coro de niños para cantar en la capilla cuando se celebraba la misa. Mi tío Paco, que era muy jovencito, vio quemar por los milicianos las imágenes de la pequeña iglesia; recuerdo sus palabras que contaba muchas veces. Al ver que iban a quemar una pequeña imagen de San Francisco exclamó: “¡No por favor, es mi santo, no lo queméis!” Y uno de ellos para asustarle dijo: “¡Quemadlo a él también!” Mi tío corrió hacia su casa llorando y contándolo a sus padres, que eran mis abuelos. Nunca se le ha olvidado esa acción. A muchas personas de la barriada a las que hace años les pregunté me dieron información porque conocieron a los franciscanos de aquel pequeño portal de Belén. Hoy ya han muerto la gran mayoría de aquellas personas que les conocían. Estas fotografías son de unas personas que ya han fallecido y me las dieron para tener yo un gran recuerdo.
El padre Adolfo fue el último fraile capuchino que habitó en ese pequeño convento. Yo también le conocí. Recuerdo que le dio la extremaunción a mi abuelito que estaba muriéndose. Ellos vivían en la barriada del Salvador, enfrente de Cartonajes Suñer. Yo era muy pequeña y recuerdo ese pequeño convento, estuve en él muchas veces con mis padres y abuelos. Tenía una capillita muy pequeña y unas pequeñas habitaciones para hacer colegio a los niños pobres. Vivían de lo que cosechaban de los sembrados de la pequeña tierra del convento. Muchas veces decían las gentes que daban su pan a los más necesitados y muchos de ellos ni sandalias con ellas iban calzados. Caminando descalzos y con hábitos desgarrados. Eran unos verdaderos santos. Estuve buscando fotografías del pequeño convento y no las encontré. Fui hasta el archivo del ayuntamiento a buscarlas.
Estas fotografías están hechas en el año 1960, el padre Adolfo está dando en matrimonio a las personas que me dieron las fotografías y, cómo he dicho antes, ya no viven.
Un gran recuerdo de nuestra Alzira y está perdida la memoria de la existencia de este pequeño portal, como una cueva en Belén nacieron muchos niños cerca de él y esos santos franciscanos por ellos fueron bautizados y mucho amor dieron a esos niños y a todos los que vivían vecinos. ¡Qué pocos santos como ellos quedan ya! Y en nuestra ciudad están olvidados.
El pequeño convento fue derribado y una finca han construido y ni siquiera una pequeña placa han puesto en honor de estos santos franciscanos que tanto amor a sus semejantes dieron en su vida.
Dios les tenga en su gloria hermanos franciscanos y oren por nosotros que tanto de ello estamos necesitados.
Si alguien conociera o tuviera la foto del pequeño convento póngalo en esta página. Estuve mucho tiempo buscando, hasta en pintores de aquí nuestra ciudad preguntando por si tenían pintado el convento, pero nada he encontrado. Últimamente, a punto de escribir esta noticia me encontré este dibujo del pequeño convento de un célebre pintor de Alzira. Él así lo recordaba.
Rosa María de Dios
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Muchas gracias Rosa Maria, me ha encantado leer articulo sobre el convento, originalmente se llamo de Santa Barbara, fundado en 1394 por Religiosas Agustinas, estoy intentando recopilar algo mas de informacion, y tu testimonio es muy enriquecedor.
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