El Consell Valencià de Cultura está elaborando un informe con el fin de que la UNESCO conceda este título
En muchas zonas de España es habitual celebrar con tamboradas algunas de las funciones de la Semana Santa. Como es bien sabido, la Iglesia Católica no permitía el toque de campanas durante unos días de la Semana Santa, concretamente los días en los que estaba muerto Jesucristo. Esto propició que los avisos de las celebraciones litúrgicas se realizaran mediante matracas o a golpes de tambor, razón por la que el tambor adquirió una relevancia trascendente como elemento divulgador de los rituales de la Pasión. Pero en algunas poblaciones no sólo sirve como divulgador de actos religiosos, sino como manifestación ruidosa del dolor penitencial.
Una de las poblaciones con manifestación más relevante de las características antes mencionadas es Alzira, y con ese motivo aparece en la solicitud a la UNESCO.
La Semana Santa de Alzira está documentada desde principios del siglo XVI, aunque será a partir del XX cuando la presencia de tambores y bombos adquiere el protagonismo actual. En el caso de Alzira, la acción de los tambores se inicia antes del Pregón de Semana Santa, como pórtico de la Pasión, y se manifiesta también en diversos actos de la semana. La organización corre a cargo de las cofradías penitenciales y todos aquellos que son participantes con la tamborilada van revestidos con la vestimenta de la correspondiente cofradía. La presencia de éstos y visitantes es siempre notable.
En valoraciones del concejal de Cultura, Carlos Correal, “la Tamborada de Alzira presenta unas características populares, históricas, culturales y festivas que la hacen merecedora del apoyo administrativo y legal necesarios para su continuidad y engrandecimiento, y uno de estos apoyos bien podría ser la declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial”.
Nota de prensa del departamento de Comunicación del Ayuntamiento de Alzira.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
¡Quina manera de fer riure!. Els que sóm d'Alzira sabem que ací no hi ha tradició de "tamborada", que és una cosa de fa deu o dotze anys i importada d'altres llocs, però en fi: ací tot val. Deuriem de ser més seriosos. ¡I que ara ningún em vinga amb allò de l'alzirenyisme!.
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