Agua de la Murta para refrescar los recuerdos
En 1.500 hanegadas aumentó la riqueza de la buena tierra del término de Alzira convirtiendo en un vergel el valle de la Murta y Plá de Corbera
La abundancia de agua, la buena tierra y las suaves temperaturas fueron elementos fundamentales para la difusión del cultivo del naranjo aquí, en la Ribera. La progresiva implantación desde mediados del pasado siglo provocó una verdadera revolución en el campo alcireño.
La desecación de tierras pantanosas, la roturación de las de secano, la perforación de pozos, sustitución de norias por bombas hidráulicas o la utilización masiva de guano o abonos integrales fueron algunos ejemplos.
En 1930, el naranjo se había convertido en el cultivo hegemónico. La eclosión de la demanda de naranjas valencianas en los “felices años veinte” había provocado un aumento de superficie cultivadora de cítricos. Prueba indiscutible de este esfuerzo de los agricultores alcireños para adaptarse a los mercados fue la ampliación del pozo de José Pau Tormos, conocido por sus paisanos por el sobrenombre de “Margantoni”; un cerebro privilegiado quien, con una voluntad férrea, logró el sueño de toda su vida: transportar el agua desde el pie de la Muntanyeta del Salvador, en el Torretxo, al valle de la Murta.
José Pau, labrador de nacimiento, desde su juventud sintió la atracción por la mecánica y ello fue base para actuaciones ulteriores que llegaron a tal extremo que el alcalde Bernardo Llinares hizo que se le propusiera para que le fuera otorgada la Medalla del Trabajo.
Sus invenciones fueron, entre otras, una máquina de “xerugar” y otra “caballonera”. Pero lo más importante fue su obra hidráulica. “Margantoni” puso todo su empeño y entusiasmo en ella sufriendo lo indecible hasta que vio su deseo convertido en realidad. El detalle más importante del proyecto fue la altura que se hallaba la montaña y cómo pudo llevarse a la Murta el más preciado elemento en forma tal que fuera la admiración de propios y extraños. Había que salvar la montaña, de una altitud de 167 metros. El pozo suministrador de agua en aquella época tenía una profundidad de 30 metros y a una distancia de ocho kilómetros había que mandar el agua.
Las potentes bombas, casi todas construidas por el señor Pau que eran accionadas por motores de 500 HP, lanzaban el agua a través de fuertes tuberías de acero asfaltado que soportaban enormes presiones teniendo compartimientos estancos de retención, de su invención, que hacían que el agua quedara en las tuberías cuando no funcionaban las bombas.
En 1.500 hanegadas aumentó la riqueza de la buena tierra del término de Alzira convirtiendo en un vergel el valle de la Murta y Plá de Corbera, donde se cultivaba viña, algarrobos, almendras, olivos y pinos; es decir, secano.
José Pau, a los 23 años, en 1885, se emancipó de la tutela de sus padres para dedicarse a sus aficiones mecánico-agrícolas consiguiendo en 1914 ver colocada y en funcionamiento instalaciones de agua cuya elevación llegaba a los 67 metros, motivo por el cual obtuvo aquel año, por su labor con sus máquinas agrícolas, la Medalla Mercantil.
Años más tarde, cuando contaba 68 años de edad pudiéndose haberse retirado del mundo del trabajo, fiel a su idea, sin ingeniero alguno, guiándose por sus propios conocimientos, lograba su proyecto: llevar el agua a la Murta. Era lunes el 21 de Abril de 1930. Los amigos de José Pau hacían bromas con este proyecto acudiendo al respirall con cañas de pescar -como podemos ver en la foto de este acontecimiento- y el agua llegó con tal fuerza que remojó a todos los reunidos.
En 1949, las instalaciones del pozo del Torretxó sufrieron importantes transformaciones. Fue adquirido a los herederos de José convirtiéndose en la Comunidad de Riegos Margantoni. La primera junta la presidiría Salvador Clari, al que acompañarían Vicente Fontana, José Botella, José Escribá, Francisco Arbona, Agustín Gregori, Octavio Dáries, Francisco Montagud, Francisco Guillem y Ricardo Aliño; siendo el secretario Ramón García Sanjuán.
En la actualidad, el “pou de Margantoni” riega unas 2.600 hanegadas en el Plá de la Murta y Plá de Corbera; abastece a la colonia Montealegre, Xavegó bajo y parte del Racó de les Vinyes a través de los dos canales que parten de las instalaciones del pozo: el alto o de la buena fe y el bajo o del Plá de la Murta. Tierras de cultivo que se encargan de su riego celadores y regadores con larga tradición familiar en este menester como Vicente Dasí, que lo heredó de su padre y tiene la continuación en su hijo Rafael; Pedro Roig, que también va por la tercera generación; Modesto Montagud, por la segunda, José Carbonell y Francisco Oltra.
A José Pau Tormos, apodado “Margantoni”, las autoridades de la época le dedicaron una calle; pero con sinceridad, ¿no creen ustedes, queridos convecinos, que merecería tal personaje un monumento en la mejor plaza de Alzira donde se reconociera y recordara tal hazaña? La riqueza que aportó en su día lo vale.
Alfonso Rovira 12.05.1995
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