El Galeón de Manila Nuestra Señora de Covadonga
“Un galeón con una historia apasionante y que acabó en manos de la flota inglesa”
Pasión por el modelismo naval
Estimados amigos lectores de El Seis Doble, comenzamos la construcción de un nuevo modelo de barco.
Vamos a construir un galeón con una historia apasionante y que acabó en manos de la flota inglesa; se trata del galeón Nuestra Señora de Covadonga, gemelo del Nuestra Señora del Pilar que fue exhibido en nuestra exposición en la Casa de la Cultura de Alzira, y que perteneció a la Carrera de Manila. Previamente, y como ya es costumbre, haremos un breve comentario sobre la historia, construcción y características de estos apasionantes barcos que en muchas ocasiones escribieron la Historia Naval de España.
En esta ocasión encontramos en internet, un resumen de la historia del Covadonga, de D. Jesús García del Valle, catedrático de Historia y experto conocedor en temas navales. Al mismo tiempo agradecer a Singladuras por la Historia Naval la información prestada para difundir nuestra Historia Naval, tantas veces injustamente olvidada.
Se ordenó su construcción en Cavite, junto a su gemelo Nuestra Señora del Pilar, siendo botado en 1730.
Desplazaba 1.000 toneladas y medía 36 metros de eslora, 9 metros de manga y 5 metros de puntal. Armada con 50 cañones y tripulado por hasta 460 hombres.
En su primera travesía zarpa de Cavite el 8 de julio de 1731 al mando de D. Antonio González de Quijano y su maestre el capitán D. Manuel Recuero y Rivera haciendo de nave almiranta el patache San Cristóbal, al mando de D. Juan Manuel de Barreda y su maestre D. Pablo Antonio de Aroza. Llegan a Acapulco a finales de enero de 1732. El 21 de marzo zarpan de Acapulco las dos embarcaciones y llegan a Manila cargados con 1.322.700 pesos.
En su siguiente viaje volvió a ser la nave capitana al mando del general D. Juan Francisco de Irizarri y Vizua y su maestre el capitán D. Nicolás de Argüelles siendo la almiranta el navío Pilar. Zarparon el 31 de julio de 1736 y llegaron a su destino a finales de enero del año siguiente. Regresaron a Filipinas a mediados de 1737.
El 22 de julio de 1742 zarpa de Cavite al mando del general D. Luis Manso de Velasco y llega a Acapulco el 18 de febrero. Al mando del general D. Jerónimo Montero zarpa de Acapulco el 15 de abril de 1743 cargado con 1.313.843 pesos y 35.682 onzas de plata.
La mañana del 16 de junio, cuando se encontraba cerca del cabo de Espíritu Santo, el navío Covadonga es interceptado por el navío británico de 60 cañones Centurión, al mando de George Anson, que llevaba alrededor de un mes apostados en esas aguas a la espera del ‘Galeón de Manila’. El navío Covadonga no intentó huir y se dispuso a combatir, a pesar de ir armado con sólo 5 cañones de a 12 libras y 8 de a 6 libras. Al mediodía, el Centurión se cruzó en el rumbo del navío español para poder acercarse por detrás en la banda de babor y así evitar que huyera hacia la costa que se encontraba próxima, a unas treinta millas de distancia. A una media milla de distancia comenzó a disparar con sus cañones de proa siendo respondido por los de popa del español, que se había puesto al pairo en espera del combate.
A la una del mediodía se situó en el costado de babor del Covadonga y comenzó a disparar con sus pesados cañones de la batería baja a una distancia de tiro de pistola destrozando el casco, mientras treinta tiradores apostados en las cofas barrían la cubierta del navío español. Con más de sesenta muertos y sesenta heridos y su comandante llevado herido a la enfermería, el navío Covadonga se rinde tras noventa minutos de resistencia.
Varios prisioneros españoles pasaron al Centurión, mientras se hacían varias reparaciones de emergencia en el Covadonga tardando una semana en pasar todo el tesoro al navío británico. Los prisioneros fueron hacinados en la bodega siendo apuntados por cuatro cañones giratorios apostados en las cuatro esquinas de la bodega, mientras la tripulación británica iba armada en todo momento. A pesar del calvario que soportaron ninguno de ellos murió.
Después de un mes de navegación llegaron a Macao con el Covadonga teniendo que ser remolcado en buena parte de la travesía por el mal estado en que se encontraba. Tres días después entraron en Cantón, donde vendieron el casco del navío español a los portugueses por sólo 6.000 pesos. En el mes de diciembre de 1743 zarparon los británicos rumbo a Europa, llegando a Spithead en junio de 1744.
Las medidas aproximadas serán de 1.100 mm de eslora, 970 mm de altura y 520 mm de manga. Hemos cortado y montado todo el armazón o esqueleto del barco compuesto por la falsa quilla y cuadernas o mamparos. Montado los camarotes de popa y forrado sus cubiertas. Tenemos también preinstaladas las troneras de la primera batería y a continuación nos dispondremos al forrado del casco con tracas de 5 x 2 mm. Una labor muy meticulosa, pues de la perfecta colocación de estas tracas dependerá después la perfección y simetría del casco.
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