

Relato basado en un hecho real

Viernes 9:15 horas, me dirijo a mi nuevo trabajo sin contrato y por el que me pagarán bastante poco. ¡Qué alegría!, algo más o menos seguido que aunque esté muy mal pagado me dará un pequeño respiro mensual. Positivismo, ganas de empezar, unos pocos nervios, una sonrisa y dos euros en el bolsillo para luego comprar una barra de pan y un cartón de leche. Me ha costado pero he encontrado algo para trabajar.
Espero que el tráfico me permita pasar mientras un bulto a lo lejos, sobre la acera de enfrente llama mi atención. ¡Qué frio hace por Dios!, llevo tanta ropa que parece que vaya de incógnito. El bulto se ha movido, ¿es una caja en medio de la acera?
Un amable conductor detiene su vehículo y puedo cruzar, sigo andando.
¡Increíble!, es un chaval acurrucado en el suelo con un cartel que pone "tengo hambre". Cruzo rápidamente y entro en una cafetería. Oigo un señor que pide una empanadilla para ese chico que está en la acera, el señor le dice a la camarera que pasará luego a pagar la empanadilla, la camarera le responde: sin problemas Don Carlos.
- ¿Que va a tomar señorita?
- ¿Me pone un café con leche para llevar y un croissant, por favor?
- ¿Para llevar?
- Si, para llevárselo a un chico que hay ahí fuera en el suelo.
Me acerco, le saludo, me pongo de rodillas delante de él, la gente me esquiva sin pararse. Le pregunto cómo está, me dice que bien, le doy el café y el croissant. Me sonríe, dice que va a llevárselo a su mujer, que él tiene una empanadilla de un señor. Me da las gracias, le cojo la mano y le digo que no hay de qué. Tengo que irme, le digo, me vuelve a dar las gracias, le sonrío.
Vuelvo a la acera para seguir mi camino hacia mi nuevo trabajo en mi primer día y me sorprende una voz desde la otra parte de la calle:
- ¿A que te sientes bien por haberle ayudado? Es el señor de la empanadilla.
- Sí, pero no, estas cosas no tendrían que pasar. Mañana puedo ser yo la que esté ahí diciendo que tengo hambre y la gente pasará sin mirar.
Mi trabajo me fue muy bien, a la vuelta no vi al muchacho. Estaba justo delante de la puerta del ambulatorio nuevo, aquí en Alzira. No me hace falta buscar a ese chaval, pues cualquiera de nosotros mañana mismo puede estar en esa situación y no tener nada que desayunar. No fue suficiente darle un café, una sonrisa, unas palabras y un croissant, le ayudé como pude pero no me sentí del todo bien, quisiera haberle podido ayudar más. Hoy, mientras desayunaba calentita en mi casa, me acordé de él. Si hubiera seguido caminando como los demás, no estaría escribiendo esta carta para deciros que en Alzira hay gente que pasa hambre, aunque muchos pasen de largo sin mirar.
Una chica de Alzira
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Estimada comentarista, gracias por detenerse y aliviar el frío de la calle y el frío de la falta de estima de la persona tumbada en la calle. Seguro que nadie pasa de largo - Usted no lo hizo -; ¿Qué hacer?, en mi opinión, la ayuda la debemos de canalizar a través de las organizaciones que trabajan en nuestra ciudad o en la comarca: Primero Servicios Sociales - 962455926 - (Trabajo de diagnóstico y plan de choque), Policía Local (962 45 92 53) ; luego, posible derivación a Cáritas, Cruz Roja, Banco de Alimentos, voluntarios o iniciativas anónimas o al Hospital, según el estado de la persona, etc. Luego, una vez atendido, habrá que preguntar a la Sra. Concejala de Bienestar Social - Chelo Martínez - y a nuestra Alcaldesa, por la existencia, aplicación, seguimiento y control de un Plan de Detección y Atención Local a los Necesitados de Alzira. Por cierto, IU - El Sr. Iván Martínez - (El que no procesiona como Elena y otrosPP), lo viene reclamando desde hace mucho tiempo. Es el defecto de las minorías, las "mayorías" no escuchan y piensan en otros menesteres.
La "Solidaridad" no es un lindo cuento de Navidad. En estos momentos, diga lo que diga el PP, tenemos: Recuperación económica de un 10% de los españoles (las mayores fortunas), probreza generalizada en la base, sueldos de pobreza, pobreza energética, desahucios, dietas alimentarias poco nutritivas, tres millones de españoles viven con menos de 307 euros al mes, 5 millones de españoles no tienen trabajo, tenemos una gran parte de la infancia desnutrida, en España uno de cada tres niños (2,7 millones) viven bajo el umbral de la pobreza o en riesgo de exclusión social.
Señorita, a lo que Usted denuncia, la solución nunca es la actuación de Raphael - gasto suntuario del Ayuntamiento -. ¿Conoceremos algún día el dinero gastado en el evento y el coste real del mismo a las arcas municipales?.
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