Las ciencias y las letras no tienen que ser necesariamente como el agua y el aceite
Si se quiere, siempre se encuentra una polaridad
En lo mejor de lo peor...
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Entre mis lecturas se encuentra Café y Teoremas, una sección de El País dedicada a las matemáticas y al entorno en el que se crean. El nombre evoca la definición del matemático húngaro Alfred Rényi: "Un matemático es una máquina que transforma café en teoremas".
En el artículo de ayer “Resuelto un famoso problema matemático en dos páginas condensadas en un tuit” me encontré un comentario del usuario Karl Panz lleno de personalidad: “Yo iría más lejos, porque la música es pura matemática, hasta el más mínimo detalle. Es la sublimación de proporción, escala, matrices, relaciones. Para mí la música es exquisita geometría. Si se consiguiera hacer ver así las matemáticas, seguro que mucha menos gente les tendría manía”.
Una buena prosa embellece las matemáticas y la prueba está en este comentario de Karl Panz. Las ciencias y las letras no tienen que ser necesariamente como el agua y el aceite; si se quiere, siempre se encuentra una polaridad. C'est la vie...
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