Woody Allen me hace feliz
Con la New Orleans Jazz Band recorre esos entrañables cafés que nos remontan a aquellos años dorados de Nueva York
En lo mejor de lo peor...
Woody Allen... Este extravagante y chiflado hombrecito me hace feliz, sus reflexiones sobre la vida y su ininterrumpida genialidad lo han convertido en un singular personaje.
Hay una estrecha relación entre la música y Woody Allen, hasta el punto de preferir ir a tocar el clarinete a un bar de Nueva York antes que presentarse a recoger el Óscar a su película Annie Hall.
Forma parte de la New Orleans Jazz Band con la que recorre esos entrañables cafés que nos remontan a aquellos años dorados de Nueva York.
No puedo evitar sonreír cada vez que veo su cachaza aguantando el clarinete con una mano y con la cabeza reclinada, que más parece estar dando una cabezada que a la espera del compás que le indique que vuelve a formar parte de la pieza musical.
El vídeo de hoy (todo un acierto que sea en blanco y negro) es de una actuación en directo ante unas 40 o 50 personas en el Carlyle Cafe, no suele actuar en macroescenarios ni ante mucha gente. Quiero destacar, a partir del minuto 6, la improvisación de ponerse a cantar con su compañero mientras limpia el clarinete y su particular forma de ponerse el jersey. A la próxima que me vista con uno voy a intentarlo.
Ramón Alfil
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