

Una de las armas más emblemáticas del salvaje oeste estadounidense, la pistola utilizada para matar al forajido Henry McCarthy, más conocido como Billy el Niño, se subastará públicamente por primera vez. Se espera que el revólver, una Colt calibre 7 1/2 fabricada en 1880, alcance un precio de venta de entre 2 y 3 millones de dólares, según la casa de subastas Bonhams. El armam que está en perfecto estado de conservación, proviene de la colección privada de una pareja de Texas, Jim y Theresa Earle, que acumuló armas de fuego occidentales y otros artefactos durante cerca de 50 años y cuya familia ha decidido ahora subastarla tras el fallecimiento de Jim Earle.
Billy el Niño, el bandido más famoso del lejano oeste americano, murió el 14 de julio de 1881 tiroteado por Pat Garrett, sheriff del condado de Lincoln, en un rancho de Fort Sumner, Nuevo México, después de una persecución de meses. Garrett había capturado previamente al forajido neoyorquino, quien fue condenado por asesinato y encarcelado en abril de 1881. Fue sentenciado a la horca, pero escapó de la corte del condado de Lincoln, robó un arma de la oficina del sheriff y disparó a dos guardias al salir. Varias semanas después, Garrett lo rastreó hasta el rancho de Fort Sumner, donde lo mató a tiros con la Colt calibre 7 1/2. Su historia ha sido narrada en la cultura pop durante casi 100 años, incluso en películas como ‘Pat Garrett y Billy the Kid’ (1973, Sam Peckinpah) y ‘Young Guns’ (1988, Christopher Cain).
Fuente: www.revistaeconomiasocial.com
Antes de convertirse en sheriff del condado de Lincoln, Garrett, que estaba cansado de vivir al margen de la Ley, abrió un saloon en Nuevo México. Allí, Long John (como le conocían por su elevada estatura) conoció a Billy el Niño. A Garrett y McCarty les unió su pasión por el póker. De hecho, terminaron apodándoles “Gran Casino y “Pequeño Casino” en alusión a su estatura. Una afición por los juegos de cartas que reveló el propio Garret en su libro, ‘The Authentic Life of Billy, the Kid’ (1882). En 2019, apareció en el mercado una fotografía en blanco y negro del famoso forajido jugando a las cartas alrededor de una mesa con tres miembros de su pandilla (Richard Brewer, Fred Waite y Henry Brown) en 1877.
La fiebre del oro de California fue un fenómeno social, el más importante de la primera mitad del siglo XIX, ocurrido en Estados Unidos entre 1848 y 1855, caracterizado por la llegada de miles de inmigrantes a la costa oeste del país norteamericano tras el descubrimiento de pepitas de oro en el Valle de Sacramento. Miles de personas de una docena de países viajaron por mar o por tierra a San Francisco y sus alrededores para buscar este metal precioso, formando una sociedad multiétnica al margen de Estados Unidos. Los buscadores disfrutaron de partidas de póker en lugares como San Francisco. Sin embargo, pronto aparecieron casas de juego primitivas en todas partes, especialmente en el norte de California, desde las grandes ciudades hasta los pequeños campamentos mineros.
A medida que la fiebre del oro ganó impulso, San Francisco reemplazó a Nueva Orleans como el centro del juego en Estados Unidos. El póker, el faro, el three-card-monte o el brag, así como juegos para dos, se convirtieron en los juegos de cartas más populares en los salones del salvaje oeste. En poco tiempo, muchos campamentos mineros, como Deadwood, Leadville y Tombstone, se hicieron tan conocidos por los tiroteos en las partidas de cartas como por su riqueza en oro y plata. De hecho, jugadores profesionales como Wild Bill Hickok o Doc Holliday aprendieron rápidamente a perfeccionar sus habilidades a la hora de disparar al mismo ritmo que sus habilidades de juego. Tomar decisiones rápidas formaba parte del código de los jugadores, ya que primero había que disparar y luego preguntar.
En ocasiones, mineros y vaqueros borrachos disparaban en los salones del lejano oeste y, a veces, al ganador de la partida de póker, especialmente cuando no estaban contentos con sus pérdidas. El propio "Wild Bill" Hickok, uno de los pistoleros más famosos de la época, aprovechó sus habilidades con la pistola para hacer frente a una derrota en Deadwood, Dakota del Sur. Poco antes de la medianoche, después de una noche de beber y apostar, Hickok estaba jugando una partida con un hombre llamado McDonald. Las apuestas comenzaron a aumentar con cada carta repartida. Cuando la mano estuvo completa y el centro de la mesa se llenó de dinero, McDonald mostró su mano, mostrando tres jotas. Hickok, que tenía dos ases y un seis, sacó su pistola con la mano derecha y luego mostró un cuchillo con su mano izquierda. McDonald inmediatamente se echó atrás y aceptó la derrota.
El 2 de agosto de 1876, "Wild Bill" Hickok estaba jugando una partida de póker en Nuttal & Mann's Saloon No. 10, en el campamento minero de Deadwood. Aunque habitualmente se sentaba de espaldas a la pared para evitar que le dispararan por la espalda, ese día en particular tuvo que sentarse de espaldas a la puerta, a pesar de que intentó cambiar la silla con otro jugador hasta en dos ocasiones. En un momento de la partida, un hombre llamado Jack McCallse acercó a Hickok, sacó una pistola calibre 45 y le disparó en la cabeza. Cuando le dispararon, Hickok tenía un par de ases y un par de ochos en la mano (todos negros). Desde entonces, se dice que cualquier jugador que tenga las cuatro cartas de Hickok tiene la “mano del hombre muerto”.
El póker dejó un legado rico y colorido en el lejano oeste. Mientras que hoy en día cualquier persona puede jugar partidas del juego de cartas desde la comodidad de su hogar, incluso al póker online con amigos, sus contrapartes del salvaje oeste tuvieron que desafiar la violencia habitual de las partidas que se celebraban en los salones. Una época en la que nombres como Billy el Niño, Wild Bill Hickok, Doc Holliday, Wyatt Earp o Bat Masterson eran los reyes de los naipes.
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