El lustro que estuvo en Alzira realizó una revolución espiritual
En la madrugada de ayer jueves, 11 de noviembre, falleció en Santanyi (Mallorca), donde residía con su hermana, José Nácher Riera, párroco que fue en la parroquia de Santa Catalina de Alzira y Vicario Episcopal de La Ribera.
“Hay gente que, cuando llegué a Alzira el día tan señalado como 9 de octubre de 1990, fiesta de la Comunidad Valenciana, pensábais que venía un intelectual, un hombre de gestos estudiados que venía a Santa Catalina, nada menos que una parroquia “Pro”, de una categoría de muchos años en la diócesis de Valencia y, os encontráis con un hombre como cualquiera vosotros, con defectos, pero también cualidades, que no pretendía más que una cosa: seguir de animador de la comunidad de Jesús en Alzira”.
Eran las primeras palabras de José Nácher, en la misa de despedida por traslado a la parroquia de San Pascual Bailón.
Sería exhaustivo, y no cabría en estas cortas líneas de recuerdo a su persona, realizar sus hechos en los cinco años que fue párroco en Santa Catalina, entre ellos, podríamos destacar la celebración del 350 aniversario del patronazgo de Sant Bernat, en julio de 1993-.
En la misa de despedida de Alzira, el 8 de octubre de 1995, decía: “No hemos solucionado la religiosidad popular, pero sí la hemos encauzado y las grandes cofradías del Viernes Santo, hoy desfilan mejor que en 1990”.
Verdaderamente, José Nácher, el lustro que estuvo en Alzira, realizó una revolución espiritual. Pepe Nácher, apreciado amigo que fue fuiste siempre, ¡descansa en paz!
Alfonso Rovira
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