La Unión Deportiva Alzira se encuentra en un momento especialmente dulce tras el cierre de la primera vuelta de la competición liguera
Los resultados invitan a soñar. La Unión Deportiva Alzira se encuentra en un momento especialmente dulce tras el cierre de la primera vuelta de la competición liguera. El equipo ha conseguido llegar al mes de enero ocupando la quinta posición, es decir, metido en el grupo que jugaría la fase de ascenso a Primera División RFEF.
Se trata de un escenario prometedor que viene a reflejar el buen hacer de los azulgranas en materia de regularidad, tanto por parte del técnico como de los jugadores. El conjunto alcireño ha perdido únicamente tres de los dieciséis partidos disputados, manteniendo además un total de veinte goles a favor y sólo doce en contra. Esto, sumado a la línea ascendente que mantiene -no conoce la derrota en las tres últimas jornadas-, coloca al equipo con veintidós puntos a tan sólo siete de La Nucía, que lidera a día de hoy la clasificación.
Las estadísticas encaran la segunda vuelta del campeonato a golpe de optimismo. No en vano, los números cosechados por el club ya empiezan a influir en las mejores apuestas deportivas, donde las primeras cuotas generadas se mueven en torno a variables de todo tipo. Entre otras, el resultado del partido frente al Atlético Levante, los goleadores del encuentro, las ocasiones de peligro generadas o las posibilidades del Alzira de jugar el ascenso a final de curso.
Las aspiraciones del conjunto dirigido por Dani Ponz fueron claras al inicio de la temporada: conseguir la permanencia. A partir de ahí, resulta fácil de explicar el estallido de alegría que se vive en la plantilla y en la afición, que están encontrando una recompensa mucho mayor de la esperada. El equipo llegaba el pasado mes de mayo a la Segunda RFEF después de permanecer más de una década en tercera división, por lo que en los objetivos marcados no entraba la idea de llegar este año a los puestos más altos de la tabla.
El técnico sollanero ha sabido conformar un ambiente de progresión futbolística que ha terminado cristalizándose en los terrenos de juego. El equipo ha pasado en muy poco tiempo de estar dentro del tramo de descenso a situarse en el lado totalmente opuesto. Con seis victorias y siete empates ha llegado hasta la quinta posición, hasta meterse en la lucha directa con otros cuatro equipos que registran números muy similares.
Los de Dani Ponz pueden presumir de no haber bajado el ritmo de competición en lo que llevamos de temporada. El cuadro azulgrana destaca sobre todas las cosas por el juego en bloque que despliega, algo que unido a la intensidad en ataque y el buen tono defensivo funcionan como valor añadido a la hora de medirse a rivales de talla supuestamente superior.Cabe añadir además que el reciente fichaje del central David López llega para construir una zaga todavía más sólida. De igual modo, si pensamos en nombres destacados, es justo reseñar la buena racha goleadora del delantero Javi Zarzo y el carácter incisivo del lateral Xavi Estacio.
Aunque la tendencia parece estar a favor del Alzira, desde el club prefieren optar por la prudencia, dado que todavía restan dieciocho jornadas que marcarán el rumbo final de la liga. Toda cautela es poca en un deporte tan imprevisible como el fútbol, máxime cuando la distancia entre el quinto clasificado y el descenso está definida actualmente sólo por una suma de siete puntos. A pesar de ello, el ambiente entre los aficionados está preñado de ilusión, como puede verse los fines de semana en las mil entradas de media que viene registrando el Estadio Luis Suñer Picó.
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