Mediante la enseñanza de temas científicos en las escuelas es posible expandir la conciencia de los niños que, ciertamente, componen el futuro de las naciones
“Sin ciencia no hay futuro” es una frase popular que denota la importancia que la investigación científica ha tenido en la evolución humana. Esta es una realidad que se siente palpable con cada paso que da el hombre, desde los zapatos que recubren sus pies, el asfalto que piso, la comida que ingiere, hasta los pensamientos que llenan su mente, todo ha sido tocado por el trabajo incansable de hombres y mujeres que se han dedicado a ver más allá de lo evidente con la ciencia como instrumento de conocimiento.
La ciencia como herramienta para la vida
En plena era de la información, las escuelas dejan de ser el único canal para que los niños y niñas obtengan información capaz de formarlos. Sin embargo, las instituciones educativas siguen siendo la guía principal para formar y nutrir las mentes jóvenes que funcionan como esponjas de conocimiento. Ante esta realidad, parece muy evidente que la ciencia es algo que puede ser transmitido a una persona en sus primeros años de vida. Pero ¿Cuál es verdaderamente la importancia de la ciencia en las escuelas?
La respuesta a esta pregunta está en los ciudadanos y en la calidad de las ciudades que estos individuos habitan, pues en sus comportamientos, opiniones y posturas se refleja la educación que han recibido. Un individuo con conocimientos en tecnología, ciencias y cultura general puede tener un mejor entendimiento de cómo relacionarse mejor en sociedad y, en general, respetar mejor las normas de convivencia ciudadana.
En los tiempos que corren es muy sencillo caer en desinformación por el flujo de información a la que es posible acceder a través del Internet, y que también está al alcance de los más jóvenes. Considerando esto, se hace más evidente brindar los recursos intelectuales para que los estudiantes sean capaces de generar un criterio y decodificar la información. En este sentido, la ciencia funciona como una herramienta fundamental para vivir mejor.
Generador conciencia en los ciudadanos del mañana
Mediante la enseñanza de temas científicos en las escuelas, es posible expandir la conciencia de los niños que, ciertamente, componen el futuro de las naciones. Un niño con acceso guiado a la ciencia, es un ciudadano en potencia, preparado además, para encarar de manera adecuada los retos que le depare el entorno.
Cabe destacar que el conocimiento científico permite que los niños sean capaces de entender el potencial del planeta, de la naturaleza y cómo preservarla; algo fundamental en los tiempos que corren, cuando estudios han demostrado que el calentamiento global está teniendo efectos irreversibles en las condiciones climatológicas de la tierra, y por lo tanto, en su flora y fauna.
Siendo la escuela una especie de templo educativo, para los ciudadanos del mañana resulta primordial que las ciencias sean protagonistas en los currículos y que además estén presentadas de manera atractiva para los alumnos, con la intención de que dichos datos queden grabados en sus memorias para el resto de sus vidas.
La ciencia como estimulante creativo
Hay quienes podrían pensar que la ciencia y el arte son opuestos, pero están estrechamente unidos. La ciencia no es dogmática, es decir, el efecto que causan los conocimientos científicos en la mente de los niños les abre la puerta a un mundo de posibilidades, donde teniendo la información pertinente, pueden generar ideas y crear soluciones haciendo conexiones entre los conceptos que van aprendiendo.
Considerando esto, es posible asegurar que la ciencia en las escuelas tiene un efecto estimulante para la creatividad de los alumnos, quienes al comprender mejor el funcionamiento del plano físico, podrían ser capaces de desarrollar nuevas tecnologías y mejorar los entornos en algún momento de sus vidas.
En muchos casos, las clases de biología en las que se disecciona una rana, o una de química, en la que se crean fórmulas sorprendentes, son las más memorables. Es en esos momentos en los cuales cualquier estudiante se puede sentir motivado a buscar ensayos de ciencia para aprender un poco más de lo que vio en el aula de clases. Sin embargo, estudios han demostrado la disminución del interés de los jóvenes por cursar carreras científicas en la universidad.
Por suerte, muchos docentes están aplicando estrategias para presentar la ciencia de manera más divertida, con la intención de que los estudiantes no sientan como una penitencia cursar estas asignaturas.
En conclusión, la importancia de la ciencia en las escuelas radica básicamente en que la ciencia es una herramienta repleta de conocimientos fundamentales para navegar a través del curso de la vida. Y que por lo tanto, debe ser inculcada desde la infancia apostando a sociedades cada vez más armoniosas y conscientes del entorno.
Robert Griffith,
Escritor e investigador, con diversas publicaciones en temas de sociología y política, exponente del pensamiento crítico y apasionado por la enseñanza.
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