Poema de María Fernández
Siempre seréis lo mejor
Después de las maravillas que había creado Dios,
quiso coronar su obra con algo mucho mejor,
Tras pensar y más pensar, se le ocurrió a Dios hacer
algún ser insuperable: y fue y creó a la mujer.
Cuando la hubo creado, la miró con embeleso
Era un ser maravilloso… era un canon de belleza…
era el ser más adorable de los pies a la cabeza.
Dos ojos como luceros en un rostro angelical,
labios de rosa y de grana… no se puede pedir más;
dos pechos, bravas turgencias como nevadas montañas,
y la potencia de Dios creadora en sus entrañas…
sus manos, como palomas que acarician al pasar,
y sus piernas dos columnas que la incitan a volar…
e inteligencia y amor, delicadeza, y bondad…
Pero en el jardín llamado Paraíso Terrenal,
apareció un vil gusano, un asqueroso animal,
que celoso de las manos acariciantes de Adán,
en los senos de la diosa, cruel se quiso instalar
intentando despiadado su beldad menoscabar.
Bicho maligno y odioso, hecho de maldad y celos:
en nombre de Dios bendito, yo conjuro a los galenos,
Y a vosotras, bellas huríes, víctimas de sus empeños,
que con tesón y coraje, salgáis airosas venciendo…
porque aquí abajo en la tierra, lo mismo que allá en los cielos,
seguís siendo lo más grande y lo mejor que tenemos.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Cuidadín... a ver si al concejal igualdá le parece sexista esta poesía y la liamos.
"y la potencia de Dios creadora en sus entrañas…"
Bueno... la potencia de Dios... como haya un gatillazo ya puede tener Dios "més força que un bou que res de res".
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