Que no pare la música
La orquesta alcireña Los Serenade sigue en el candelero artístico tras cuarenta años de éxitos
De los siete componentes del conjunto Los Serenade que con toda la ilusión del mundo comenzaron la andadura de amenizar los bailes aquí en La Ribera, hace ahora poco más de cuarenta años, no queda nadie en activo; si bien, el último en abandonar la actividad hace poco tiempo, Pepe Huesca, el batería del grupo desde que se fundó, continua al frente de mismo, pero como gerente en esta orquesta, que sigue cosechando éxitos allá donde actúa, gracias a los pioneros fundadores: Hilario y su hermano Pepe Huesca; Salvador Llinares, Juan julio, Juan Muñoz y Pepe Juan, que con el vocalista Bernardino hicieron las delicias de la juventud en los años 60.
Aún recuerdo los días en que llegó a Alzira Hilario, el mayor de los Huesca, para establecerse como hostelero, abriendo una pensión en la calle San Vicente Ferrer.
Comenzaban a discurrir los años 50. Una tarde, a los pocos años siguientes, -podría transcurrir 1951 ó 52- Hilario y su esposa se acercaron a un baile que se celebraba en el Bar tropical, en el antiguo y desaparecido Racó de Coves, junto a la portella del teatro Cervantes; la orquesta que actuaba era la de Mascarell y sus muchachos; ya recordarán los de mi época que era el invidente Pepe Mascarell, El Bolo, que interpretaba al acordeón y formaba conjunto con los inolvidables hermanos Peris –Ernesto y Eduardo- y también el trompeta Salvador Llinares. El Sr. Peris Ernesto, sabía que Hilario interpretaba música con diversos instrumentos, ocurriéndosele invitarle a tocar en aquel mismo momento; y tuvo éxito. Ya no abandonaría Hilario el mundillo de la música, por lo que pasí a formar parte de este conjunto. Recordémosles amenizando las inolvidables tardes de baile en el teatro de verano Casablanca. Tras la incorporación de Hilario, éste hizo venir del pueblo, Navarrés, a su hermano pepe, un excelente percusionista que pasó a formar parte del grupo como batería.
Pero no transcurriría mucho tiempo para que Hilario formara su propia orquesta. Ya contaban con el saxo tenor y el clarinete (él mismo); la batería, Pepe; Salvador Llinares, trompeta; Juan Julio, acordeón; para bajista llamaron a Pepe juan, paisano y familiar de Navarrés y como quiera que hacía poco tiempo que había trinado un joven de Benifaió llamado Bernardino Gosp, en los populares concursos de radio para artistas nóveles, de tanta fama por aquel entonces, después de barajar nombres para la nueva orquesta, Metropoll, Capitol… nació el nombre de Los Serenade, con Bernardino.
Conocí y seguí muy cerca a Los Serenade desde mi atalaya profesional. Al mismo tiempo, me unía una amistad familiar, de a que sigo disfrutando. En os años 60, ya transmitíamos en directo sus actuaciones a través de Radio Alzira en su programa de las ardes de domingos, Pista de baile, desde el Círculo Alzireño. Poco tiempo después ampliaron su área de cobertura en sus actuaciones, pasando muchos veranos en Hucaco, de la playa de Gandía, donde se especializaron en la música de Renato Carosone y el estilo italiano.
TVE les llamó para actuar en su plató en el programa de Artur Kaps, Galas del Sábado; también lo hicieron los primeros programas musicales de la Primera, dirigidos por el valenciano pepe Palau, los sábados por la tarde. Por otra pare estuvieron trabajando año y medio en el Gallo Rojo de Alicante.
Pero en la agitada vida profesional de Los Serenade hubo bajas y cambios; Bernardino formó un trío para actuar en suiza, pero aquello duró menos que una trencà de guitarra, por desavenencias entre ellos y, como el hijo prodigo, Bernardino regresó a Los Serenade, que eran como su familia. Mientras tanto, el grupo no se podía quedar sin vocalista y encontró a otra sin par voz, Manolo Aquimbau, de Xátiva, otro cantante aún recordado por estas tierras. Llinares y Muñoz –trompeta y saxo- después de contraer matrimonio Bernardino, decidieron dejar el grupo, pasando a incorporarse al mismo otra figura de Xátiva, Angel Patiño, que interpretaba muy bien el órgano y piano.
Los Serenade han dejado huella allá donde han actuado. Pregúntenles si no a los de la Peña Chiquillo de Alzira, como pasaban los días de pascua en los huertos, transcurriendo los años 60. Treinta y cinco días tocando para comparsa de los Estudiantes de las fiestas de motos y cristianos de Villena, entre otros muchísimos lugares donde han paseado el nombre de Alzira.
El tiempo pasó y hubo más cambios, pero nunca en la base –el binomio Hilario y Pepe siguió adelante-: se incorporó Antonio Asensio, en el bajo; Alberto, de Valencia; Rafa Martínez, trompeta de Villena.
En la actualidad es Ángel Romero el que lleva la voz cantante de la orquesta. A Antonio Asensio, en el bajo, le sustituyó su hijo Miguel. También está en activo Paquito, trompeta; Miky, al saxo y Faus al piano.
En la era primaria del conjunto, ellos mismo se encargaban del manejo del sistema de sonido; hoy tiene a Molina como técnico que se ocupa de este importante menester. Antes se desplazaban en el taxi de Pinrel, un profesional del volante de Carcaixent, donde ocupaban todo el habitáculo del automóvil, viajando los instrumentos en la baca del mismo. Más tarde adquirieron, como las mejores cuadrillas de toreros, un Studebaker, -un coche grande americano- para cambiar a una furgoneta. Hoy los equipos de la orquesta Serenade viajan en un tráiler.
En estos días, comentando con el fundador y director del grupo, Hilario Huesca, algunos datos que se me podían escapar, señalaba los personajes a quines la orquesta ha acompañado en sus interpretaciones, que como sería una lista interminable, enumeraremos algunos como Isabel Pantoja –cuando aún no había saltado a la fama- Rocía Jurado, Sara Montiel, Loles Flores, Marujita Díaz, Karina, Antonio Machín y Bonet de San Pedro.
Hilario Huesca, fundador de los Serenade, ha compuesto muchas obras, como Valenciana y alzireña, dedicada a Carmen María Campos Suñer, nieta del desaparecido industrial Luís Suñer; carnaval en las Palmas, fruto de las constantes invitaciones para actuar en las Islas Afortunadas; Dalias e Himno al Cristo de la Luz, de la misma población almeriense. Himno al Cristo de la salud, de su pueblo Navarrés y centenares de partituras registradas en la Sociedad General de Autores, que no han sido estrenadas. Una de las últimas piezas ha sido el pasodoble “Aspar”, dedicado a nuestro paisano Jorge Martínez.
Los Serenade continúan en el ranking de los éxitos gracias a aquellos que hace cuarenta años comenzaron la andadura de un camino lleno de sacrificios. Siembre que ahora recogen el producto los que siguen en la brecha.
Alfonso Rovira 16.09.94
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Genial amigo Rovira, ma has recordado muy buenos años y ver la fotografia del amigo Llinares muy buen trompeta y persona, como el resto de los componentesdela famosa orqueta Los Serenades y Bernardino.Se que este articulo alos hermanos Huesca les habra recordado todo ese laberinto artistico.
Gracias una vez más por esos recuerdos que siguen en nuestra memoria de muchos alzirenos/as.
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